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¿Qué son las subastas inmobiliarias de fincas rústicas?

Subasta inmobiliaria

Las subastas inmobiliarias consisten en subastas judiciales de inmuebles como fincas rústicas, que puede adquirir el mejor postor.

Se trata de una medida judicial sobre inmuebles que se encuentren hipotecados o embargados, ya sea a una sociedad o bien a un particular.

El demandante solicita al juzgado el recobro de una deuda a través de la subasta inmobiliaria. El juzgado, si lo aprueba, celebra la subasta y permite al demandante recuperar la cantidad (o parte) que le corresponde.

Qué tipo de inmueble puede salir en una subasta inmobiliaria

Respecto a la tipología de inmuebles que pueden formar parte de una subasta inmobiliaria, prácticamente no hay límites.

Puede ser desde una plaza de garaje hasta un local comercial. Por descontado, también entran en esta opción las viviendas unifamiliares, pisos en un edificio, chalets, así como también terrenos y fincas rústicas, entre otros.

La condición que se debe dar es que se trate de un inmueble que esté en situación de hipotecado o bien de embargado.

Cómo se realiza una subasta inmobiliaria de una finca rústica

El juzgado pertinente publica en el Boletín Oficial del Estado (BOE) toda la información relativa a la subasta inmobiliaria de la finca rústica en cuestión.

Los interesados en participar, deben registrarse en el portal de la Agencia Estatal del Boletín Oficial del Estado.

La subasta de la finca rústica se hace de forma exclusiva online, igual que para cualquier otro tipo de inmueble, por lo que es más fácil y privado en la actualidad que como se hacía anteriormente, de forma presencial y a mano alzada.

Para buscar subastas de fincas rústicas, Sareb (Sociedad de Gestión de Activos procedentes de la Reestructuración Bancaria) ofrece a los usuarios interesados una plataforma online desde la que es posible localizar inmuebles en esta situación.

No obstante, es preciso señalar que aunque Sareb ofrezca la información desde su propia herramienta online, la participación se realiza de forma exclusiva a través del portal habilitado por el BOE.

Los participantes interesados en alguna finca rústica en subasta, deben aportar el 5% del importe del precio que se ponga como salida. Desde el momento de la publicación de la subasta, los participantes tienen 20 días para pujar. Durante este período pueden ver otras pujas realizadas por ese o cualquier otro inmueble, así como saber el importe más alto que se paga.

Ventajas de las subastas inmobiliarias

La mayor ventaja potencial de las subastas inmobiliarias, es la posibilidad de encontrar fincas rústicas, entre otros inmuebles, a un precio muy inferior al que se comercializan en el mercado actual.

Hay varios motivos que justifican esta reducción de precio. Por un lado el hecho de que la deuda sea pequeña y no se requiera un alto importe para satisfacerla.

De igual forma, la subasta se realiza en base a la escritura de hipoteca original de la finca, no al precio del mercado actual.

Desventajas de las subastas inmobiliarias

El mismo factor puede ser tanto bueno como malo. Si la escritura de la hipoteca se realizó en una época en la que los precios de las fincas rústicas estaban al alza, la subasta podría salir más cara incluso que lo que vale actualmente.

También está la desventaja de no poder visitar la finca. Es preferible por ello obtener referencias de vecinos o gente que conozca tanto la zona como, si es posible, aquello que se subasta.

Por último, es preciso tener en cuenta que, si se gana la subasta, se otorga un plazo de tiempo para satisfacer el total del importe comprometido, por lo que es prácticamente imprescindible contar con esta cantidad de dinero, si se quiere comprar la finca rústica por este medio.

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